Al margen de alguna que otra decepción, esto es lo más fuerte que he sentido desde hacía mucho, y para bien, de lo mejor... sólo la sensación de libertad cuando marché a Asturias podría superarlo.
Cuánta curiosidad reprimida, cuantas ganas de confirmar pequeñas intuiciones... algo largo tiempo esperado, mas nunca a flor de piel esperado...
Qué raro esto de haberte conocido al fin, Inki. Y cuan encantado de haberlo hecho estoy.
"Desde el puerto he visto amanecer,
con tu ausencia sentada junto a mí.
Me ha invitado a no dejar atrás el capricho de verte sonreír."
Dulce tu sonrisa, en tu carita de niña, que algún día sacaré.
Y quizá algún día pueda pedirte que te quedes un rato más conmigo, y espero que no sea por messenger.
Cuan extraño es esto del amor platónico.
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