¿No puedes ver que es tu hora, la hora de volver?
No tienes que entenderlo, pero ya lo sientes,
corre ve, te está enseñando ya los dientes,
es la hora de volver.
Nadie escapa del momento,
y tú no lo llegarás a coger.
El tren está saliendo,
el tren se va a escapar,
yo me marcho dentro,
y como ayer, no sé si volveré al lugar;
lugar aquél,
donde lágrima era felicidad,
y no había enfermedad más mortal,
que la de querer...
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