viernes, 21 de octubre de 2011
jueves, 13 de octubre de 2011
.
Cómo lo echo de menos.
Salir de viaje de tarde, y ver caer el sol lentamente, mientras devoras kilómetros sin darte cuenta.
Ver mutar el dorado de Castilla en el verde Andaluz, y cambiar el olor al cereal por el olor de los olivos.
Parar de noche en una estación de servicio, y tener esa sensación única al encontrarte bajo la luna y las estrellas,
con el olor característico de la zona y un escalofrío al bajarte del coche a estirar las piernas.
Ese claro indicio de que estás de vacaciones, ese dulce placer al viajar.
Sólo 20 años, y ya se me escapan los momentos de las manos.
Quién pudiera retenerlos todos.
Salir de viaje de tarde, y ver caer el sol lentamente, mientras devoras kilómetros sin darte cuenta.
Ver mutar el dorado de Castilla en el verde Andaluz, y cambiar el olor al cereal por el olor de los olivos.
Parar de noche en una estación de servicio, y tener esa sensación única al encontrarte bajo la luna y las estrellas,
con el olor característico de la zona y un escalofrío al bajarte del coche a estirar las piernas.
Ese claro indicio de que estás de vacaciones, ese dulce placer al viajar.
Sólo 20 años, y ya se me escapan los momentos de las manos.
Quién pudiera retenerlos todos.
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