Cómo lo echo de menos.
Salir de viaje de tarde, y ver caer el sol lentamente, mientras devoras kilómetros sin darte cuenta.
Ver mutar el dorado de Castilla en el verde Andaluz, y cambiar el olor al cereal por el olor de los olivos.
Parar de noche en una estación de servicio, y tener esa sensación única al encontrarte bajo la luna y las estrellas,
con el olor característico de la zona y un escalofrío al bajarte del coche a estirar las piernas.
Ese claro indicio de que estás de vacaciones, ese dulce placer al viajar.
Sólo 20 años, y ya se me escapan los momentos de las manos.
Quién pudiera retenerlos todos.
Es una pena pensar que cientos de momentos y sensaciones, que hemos vivido en estos años pasados, han ido cayendo en pequeños y lugares de nuestra mente donde apenas los recordamos. Aun nos quedan muchas cosas por vivir y muchas otras iremos dejando en el recuerdo. Pero es así...
ResponderEliminarQue nostalgia.
Reconozco esa sensación...
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