Ayer me comí una chuche genial.
Era el tipico tronquito rojo, relleno de una especie de pasta blanca que sabe a fresa.
Tenía 2 centímetros de diámetro (era enorme) y además tenía una peculiaridad curiosa.
El tronquito tenía dibujado, en pasta de color azul, algo como esto :) a lo largo de su sección.
Era curioso, porque por más que lo intenté,no fui capaz de quitarle la sonrisa hasta que me lo acabé. Por más mordiscos que metía, por diferentes ángulos que probaba siempre sonreía el tronquito, hasta que desapareció por completo.
Tamaño iluso el tronco, sonriendo hasta el final.
Que envidia me dio.
Ehhh!! Me han gustado partes de tu blog...
ResponderEliminarSuerte en la vida y que el destino se porte bien contigo, si crees en eso...
En fin pasate si eso.