Media vida sin amor,
tormento del perdedor;
el defraudado, sin mas consuelo
que su ira por sentirse traicionado;
¡Muerte! ¡Muerte a mis demonios!
¡Muerte! ¡Muerte para aquellos que ya odio!
No quise ser cruel;
pero la piedra se desgasta;
no quise ser borde,
ni aquél que por quedar arrastra,
pero, ¿qué me dieron a mi a cambio?
Sólo un vulgar tal vez,
un "quizá sigas andando".
Y yo que ante poco me acongojo,
tengo miedo de que el tiempo me deje medio cojo.
No sabes llorar, no sabes sufrir;
no puedes entender todo lo que no dí;
no puedes evitar quedarte presa aquí;
querer todo explicar, ¿ganas de maldecir?
Huye, antes de que sea tarde;
corre, antes de que el tiempo te descalce;
escucha, como cascabeles empiezan a robarte;
piensa, busca una canción para quedarte.
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