Quiero empezar a pensar que nada puede irme ya mal,
que se empieza una rutina de la que poderme yo escapar,
lo divertido será siempre ver el muro de cristal y derribarlo,
ver como gracias a los esfuerzos él se empieza a derrumbar.
Romper el hielo de la monotonía y el espanto,
notar como nuestra felicidad empieza ya a cuajar,
ver la magia restablecida a nuestro lado,
ver como ya nada nos podría separar;
sentir que me necesitas como yo lo hago,
sentir sobre mi piel el calor de tu besar,
pues sin un beso tuyo ya no vivo,
pues si no es contigo ya no quiero estar.
Déjame, si me vuelvo antisocial;
Déjame si dejo de contestar;
Miénteme si te pregunto si me quieres;
pues será cuando no me quieras cuando más me haya de esforzar;
vive, sin temores en tu vida;
dedícate a vivir sin atrás mirar,
pues siempre has tenido a alguien que te cuida;
yo, tu eterno héroe para tu sueño siempre velar,
yo el rival de todo signo de discordia,
tú la diosa del caos que desea rivalizar;
ambos mitos, ambos dioses;
ambos diferentes, y condenandose a amar,
siempre vivos, siempre fuertes;
tanto el ave como el héroe que osaron ya volar;
dulce el sonido de mis cascabeles,
que en mi eterno sueño me quieran velar.
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