La vida no es sino una putada que no eliges que te hagan.
Y no es como las novatadas de la uni, que sabes que si vas te las van a hacer.
Es una putada que no sabes que te va a pasar. Parece genial cuando eres un niño, todo bien, todo bonito. Eso, si tienes suerte cuando eres un niño, si no, ni eso. Creedme, yo sé lo que es tener una infancia puteada.
Creo que no quiero tener hijos. Creo que no quiero condenar a más personas a esto. Y digo creo, porque lo de ver a un niño sacar mi carácter, mi pelo o mis ojos, me encantaría.
Pero hoy me ha dado por no ser egoísta. Un niño hijo mio tampoco tendría la opción de vivir o no vivir... nadie la tiene.
Creo que quizás adopte. Suele ser la mejor solución, ayudar, criar, educar a alguien a quien han obligado ya a vivir. No sería mi culpa que tuviera que pasar por un inaguantable calvario. Tampoco tendría mis ojos, pero según me encuentro hoy, creo que no me importa demasiado.
Necesito salir.
Necesito ser comprendido.
Necesito quitarme este puto peso de encima.
Y como siempre, no depende solo de mí.
Estúpida existencia, como nos complicamos por cosas triviales.
Lo mejor, que no estoy deprimido. Pasando, como últimamente suelo estar.
Pendiente, como siempre, como odias.
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