Conversaciones con el alter ego.

-Abre los ojos y dime qué ves.
-Veo... luz.
-¿Quema?
-No... da calor, pero reconforta.
-Trata de distinguir algo más.
-La... veo a ella.
-¿Ella?
-Si... la que me enseña a vivir.
-¿Te tienen que enseñar a eso?
-No es tan fácil como ir a clase. Deja que te explique.
-Adelante.
-Ella me ha desbloqueado.
-Define bloqueado.
-Me refiero con eso a no querer saber nada de nadie, y de mi mismo el primero.
-¿Entonces podría decirse que ella te ha devuelto al mundo?
-Ni mucho menos. Bueno, no al mundo como lo conocemos. Es... otro tipo de mundo.
-Luego vives en un mundo aparte.
-Más o menos.
-¿Difiere mucho ese mundo de este?
-Sólo viven en él dos personas. Vivimos, perdón. Aunque de vez en cuando dejamos que nos visiten algunos amigos, por regla general vivimos solos, y juntos.
-¿Controlas tú quién entra y quién sale?
-Es cosa de dos. No es cuestión de mi permiso, es nuestro permiso lo que deben tener para entrar.
-¿Aparte de vivir en otro mundo, algo más?
-Me entiende.
-Nadie te entiende.
-Te digo que ella sí.
-¿Por qué piensas eso?
-Porque siempre me escucha hasta que termino de hablar. Siempre tiene una sonrisa para mí si la hablo de cosas tristes. Siempre tiene un brillo en sus ojos que atenúa mi dolor. No necesito que se ponga en mi piel, sólo que sepa captar lo que la transmito. Y eso sí que lo hace.
-¿Algo más?
-Muchas cosas más... pero no te las diré hoy. Vete.
-Como desees...