Hace dos horas más o menos que ha comenzado.
De vuelta de la cena, mirando al cielo, como siempre, estaba yo.
Y de repente, otra vez ocurrió.
Otro relámpago azul partiendo en dos el cielo, dejándome perplejo ante mi suerte. No puedo evitar recordar una pregunta que decía "¿Y realmente ves muchas estrellas fugaces fuera de la época?" y mi respuesta a la misma, traída en hecho a esta fría y despejada noche.
Y darme cuenta al rato de que he vuelto a pedir un deseo.
Y sonreír sabiendo que sigue sin ser uno para mí.
Acaba de empezar y la echo de menos.
Sigo caminando hasta llegar a casa, justo debajo de Alnilam.
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