Has vuelto, con sabor a trufa,
con delicado cuadrado de almendra,
con noticia siempre verdadera,
con acento que eses bufa.
Yo fui a buscarte, madre de plata,
y con eterno cariño sordo me dejaste,
a este niño inmortal que criaste,
para que amor nunca me faltara.
Y has vuelto, vuelto de tu tierra,
para llenar los tres huecos,
huecos que sin ti nadie llena.
Pues solo tú tienes los aciertos,
de saber que es lo que de ti se espera,
madre que vienes aquí con tus brazos abiertos.
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