miércoles, 15 de septiembre de 2010

(L)

Siempre el regalo más grande viene envuelto en un paquete pequeño.

Son los detalles los que mueven a las personas a tener detalles, el cuidado de los mismos, casi un arte.

Desde luego, no soy el tipo más detallista del mundo xD Pero sí que soy bastante detallista con muchas cosas... el problema es que cuando dejan de tener detalles conmigo lo noto.

Aye hablando con una amiga surgió el tema del amor... y no lo pudimos debatir por falta de tiempo, pero eso no quita para que yo le dé un par de vueltas por mi cuenta.

El amor no es ni mejor ni peor que la amistad. Una novia (en mi caso) no debería ser más que una mejor amiga con el súmum de tu confianza, con la que puedas hablar de todo sin tapujos. Alguien que te entienda cuando hablas, y que te pueda dar perspectivas nuevas a tus problemas... alguien con una vida en común y una propia. Una persona con la que puedas mantener largos diálogos, compartas alguna afición, y descubras alguna nueva. Y a todo esto sumarle una pizca de locura que os haga llegar a sentir propios del otro, os haga desearos. Esa pizca de locura impedirá las infidelidades, que tan locas vuelven a las personas, y provocará el deseo por el otro, tan necesario siempre en una relación. Procesos hormonales y eso, sí, pero locura siempre lo primero... todo es psicológico.

Un amigo, con locura. Que sepa de tí, que esté ahí. El primer nombre que te viene a la cabeza si pasa algo, para que te ayude. Que te vuelva loc@, que te haga reír, que te haga pensar, que te llene de imaginación y de detalles.

Fácil de sentir, difícil de olvidar dicen.

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