lunes, 30 de noviembre de 2009

Alas negras.

Sabía que dejarte volar sería mi perdición,
y loco de amor acepté las condiciones,
vivir y verte desde el suelo volar sin temor,
vivir, encerrado detrás de mis barrotes.

Y puedo salir y oler el cielo en el que vuelas,
y me gusta, pero he decidido no volar,
no es que no lo vea, o que no pueda,
es tan solo que sin tí no quiero mis alas desplegar;
unas alas que son negras como las del cuervo,
y que nada bueno son capaz de regalar,
unas alas negras, con agujeros,
que no serían capaces de hacernos despegar...

Y que si vuelo que sea contigo, que el ser humano no es de eternidad,
que si vivir sin tí es mi castigo, que se apiade Dios y me haga olvidar;
porque aún no alcanzo a ver cómo he perdido, lo que me fuera tan difícil de alcanzar;
alas negras, dolor raído, condena eterna de tenerte que esperar.

Combate a muerte entre la soledad y mis principios,
unos alegan que es la hora de esperar,
ella, desesperada, pretende hacerles razonar;
bajo su velo escarlata hecho jirones y raído,
seca sus lágrimas mientras se crece sin parar.

Vive, lucha, por hacerte tu lugar,
busca, encuentra, lo que hayas de encontrar;
que si bien claro no lo tengo, no por ello te voy a fallar;
que soy tu abrigo, que soy tu manto, para que te puedas resguardar;
que serán mis alas negras las que te cubran sin hablar.

domingo, 29 de noviembre de 2009

Semana.

Llevaba horas tirado en la cama, jugando aburrido a la Psp. Había estado tocando también la guitarra, y pendiente del ordenador. Pero principalmente había estado escuchando música lenta.

"Guardian Angel" de The Red Jumpsuit Apparatus era la última que había estado escuchando, y le recordaba muchísmo a ambas.

Tenía claro que las cosas no le podían ir mucho peor... no se encontraba con fuerzas para estudiar, y no estaba de humor para hacer deporte.

Era sencillamente un estado pasajero, o eso quería creer. Pero estar condenado a pasar una semana de buen humor y la siguiente deprimido en la cama no le hacía mucha gracia...

Tenía que romper con ello. Quizá pudiera sacar partido de ese estado y componer algo decente... no es que últimamente hubiera estado muy inspirado... pero sabía que Alba y Andrea tenían ganas de ver más música...

y como le dijo su profesora de lengua de 1º de la ESO...

"Todo poeta escribe mejor cuando está deprimido"

Ana.

Acababa de subir a su habitación, y mientras dejaba sus bolsas en sus típicos rincones (la de los zapatos junto al ampli de la guitarra, y la de clase bajo la mesa), sujetaba entre los dientes un sandwich que su madre le había preparado a modo de cena para cuando volviera de jugar al fútbol.

El ordenador se estaba encendiendo, y mientras se acababa el sandwich, oía el ruido del agua caliente al fluir, llamándole a limpiar su sudado cuerpo, a darle algo de descanso. Mientras el agua teñía su pelo de color oscuro, y le pegaba los rizos contra la frente, no podía parar de pensar que ese no había sido un buen día. Sonaba "Empty Appartment de Yellowcard" en su reproductor mientras se duchaba, y realmente tampoco eso le ayudaba a pensar que fuera a mejorar la cosa en el par de horas que le quedaban de estar despierto.

Salió de la ducha, y tras ponerse el pijama, se dispuso a atender el ordenador. Una conversación en Skype. Era Ana.

No pudo evitar sonreír. Parecía que cada vez que le pasaba algo, ella aparecía. Hacía más de año y medio que la conocía, y desde entonces siempre había estado ahí cuando él la había necesitado. Y aunque él se esforzaba por corresponder esa atención, muchas veces se veía incapaz de estar a la altura.

Sin embargo la capacidad de Ana no era solo estar ahí. Era una de las pocas personas que había sido capaz de pegarle un tortazo a su forma de pensar y gritarle "Espabila, idiota, así no vas a ningún lado". Posiblemente era la persona que mejor podía entenderle y para ella había sido siempre parecido. A pesar de ello evitaban tratar temas relativamente serios en la medida de lo posible. Su relación era una relación para reírse, y para estar ahí si las cosas iban mal. Un mutuo apoyo, y una mutua distracción, eran compañeros de la vida...

Posiblemente fuera la persona que más mereciera las atenciones que él era capaz de dedicar, o al menos, la que más se las ganaba. Y para qué negarlo, él en parte la admiraba, por lo fuerte que era. Le gustaba su forma de ser, y le atraía a la vez. Pero eso era algo que ella ya sabía.

"Te quiero conmigo, siempre"

miércoles, 25 de noviembre de 2009

Bored.

-Qué rápido...
-Ya ves...¿qué pasa?
-Hace mucho que no hablamos. ¿Cómo llevas lo tuyo?
-Bien, lo mantengo a raya, evito que te desbordes y estabilizo el asunto emocionalmente. ¿Tu qué?
-Pues con no dejarnos morir tengo más que suficiente.
-Me aburro.
-Lo noto... pero... no lo dices por el tiempo libre, ¿no?
-No. Me aburro otra vez del maldito juego de vivir.
-Aguanta un poco más...
-Pero es que más allá la vida es la misma... solo que con acción policial.
-¿Y eso no te anima a seguir adelante?
-En parte. Pero una vida entregada a los demás... cuando ni siquiera va a haber alguien que se entregue a mí... va a ser difícil.
-Quizá lo que no te de alguien que se entregue a tí, te lo pueda dar el entregarte a los demás... y piensa que los tienes a ellos, a tu sombra, contigo.
-Empiezo a hartarme de tener que sacar motivos para poder seguir. ¿No puedo sacar un poquito de alegría contínua que haga que no tenga que buscar ganas de vivir cada vez que me paro a pensar?
-...
-Olvídalo. A lo tuyo.

martes, 24 de noviembre de 2009

Aída.

Seguía tirado sobre la cama... se le hacía tarde en la noche.

Sólo una linterna le acompañaba y su reproductor de música, en el que Mayday Parade interpretaban "Miserable at Best". Estaba repasando la carta de Aída, y observando el dibujo en el que ambos aparecían, que tanto tiempo había tenido en la puerta de su habitación, y que ahora reposaba en la carpeta que él llamaba "de los recuerdos". Pero esas cosas estaban lejos de ser un recuerdo. Aún la sentía latiendo dentro de sí, y notaba con el corazón encogido, y con un sabor amargo en la boca, que eso no podía acabar bien.

Había estado con más mujeres en su vida, pero tenía la sana costumbre de no dar muchas vueltas a las cosas cuando sus relaciones terminaban. Por regla general, debería estar demostrando a sus amigos las reglas básicas de como entrar a una chica. Era lo que solía hacer tras sus relaciones fallidas, desquitarse buscando el ejercicio del ligue, sin buscar nunca el contacto. Para demostrarse a sí mismo que seguía valiendo, que aún atraía, pero nada más que eso.

Y sin embargo, esta estúpida acción no había sido capaz de realizarla desde que terminara su relación con Aída. No sentía la necesidad de saberse atractivo, ni la necesidad de otra mujer. Aída había representado con verdadera exactitud cómo debía ser una mujer para él, lo que siempre había soñado, una verdadera inspiración y la mejor obra maestra. Y a la vez, el duro golpe de darse cuenta de que en la vida no todos tienen lo que quieren.

Ella era el juego de te doy y no te doy, del te quiero sin quererte, del gáname cada día, del si te lo ganas estaré aquí siempre. Ella era su sueño cumplido, su relación perfecta, y la dejó ir, para que ella pudiera ser feliz en el futuro.Por ella escribía, y para ella lo hacía, ella era su música, su arte... Ella representaba sus sueños, y aferrarse a los sueños era todo lo que tenía.

¿Cómo tratar con algo tan variable como los sueños...? ¿Como la ilusión, como la esperanza?

Le resultaba complicado amar a alguien de esa forma, con semejante magnitud, y ser absolutamente incapaz de demostrarla todo lo que ella era para él...

Pero seguía teniendo fe. Y la amaba.

"Nosotros somos el destino..."

Alejandro.

Ese muchacho le inspiraba sentimientos contradictorios. Por un lado, nunca le había fallado. Por otro, nunca sería capaz de decir si estaba dispuesto a dar por él lo mismo que él le ofrecía por su parte. Y sin embargo, sabía que no le iba a fallar... aunque no lo había dicho nunca, su sola presencia en todo momento le delataba. Quizá no llamara para quedar. Quizá no avisara si se iba o no. Quizá no expresara lo que sentía tanto como debiera. O quizá ni sentía como una persona normal.

Siempre había sido un tipo tan enigmático...

La verdad es que oírle hablar siempre le llenaba de gozo, y a la vez, no necesitaba palabras cuando estaba con él. Le costaba recordar como diablos había empezado a hablar con él, y más aún cómo había sido capaz de que empezara a salir con ellos. Pero realmente le daba igual. Siempre acababa riéndose cuando estaba con él, incluso si tenía que reírse solo.

Era Xander, su amigo el silencioso, el estoico. El que todo lo aguantaba, el que nunca rechistaba. Pero el que siempre estaba ahí. Siempre presente, aunque sin que se note mucho. Como los grandes amigos.

"Oh, qué bueno soy".

lunes, 23 de noviembre de 2009

Daniel.

La llave. Daniel había sido la llave a su vida actual, a su identidad, a su carácter, a su forma de vida.

Realmente, si se paraba a pensar, poco de lo que es ahora, habría quedado de no haber conocido a su jóven amigo. Poco había que decir de él... solo que la complicidad era casi superior a la que se puede tener con una novia, el respeto mutuo siempre fue superior al que cada uno sentía por sí mismo, y que dejaron de ser entidades separadas para ser uno: Zyz&Diel, les llamaban, por el fútbol les conocían...

Porque se habían curtido juntos en ese deporte, y este mismo marcó los inicios de su amistad. No era sencillamente fútbol. Era afán de superación, la mágica complicidad que surgía del mutuo conocimiento de ambos, el ser mejores cada día, el respeto por lo que hacían y por como lo hacían, el gozo de pasar tiempo con un amigo. No era sencillamente pasar el tiempo.

A pesar de todo, Daniel, o Diel como él le llamaba, tuvo que irse. Y aunque él se quedó medio hueco, tuvo el valor para seguir adelante, para seguir entrenándose solo y que cuando Diel le viera, no notara pérdida, sino mejoría. Porque la fuerza para mejorar sigue siendo infundida por esa entidad llamada TDA, de la que ambos son orígen.

Es complicado rellenar un hueco como el que deja este tipo de amigos al marchar. Y realmente, él sabía que nunca iba a ser capaz de llenarlo, ni quería.

Sólo mejorar. Ganarse su respeto, al igual que él tenía el suyo.

Mantener el contacto, violar la distancia.

"We are fearless..."

Andrea.

Posiblemente Andrea había sido la persona que más le había hecho pensar de todas las que conocía. Siempre era tan negativa, siempre parecía tan derrotada... cada vez que hablaban en serio, tenía que inventar una teoría más optimista que la de Andrea para el tema en cuestión, lo suficientemente fuerte como para que ella no lo rechazara, y a la vez, lo suficientemente fuerte como para convencerse a sí mismo en cualquier momento/estado de ánimo en el que se encontrara.

Y aunque poco a poco notaba que había hecho mella en su forma de pensar, veía lejano el día en que consiguiera una base de valores emocionales para ella. Aunque, a decir verdad, tampoco lo pretendía... sería como cambiarla, y eso estaba lejos de ser lo que él quería de ella. A él le gustaba tratar cualquier tema, formal o informal con Andrea, y le gustaba poner al limite su optimismo al confrontarlo con la forma de pensar de su amiga. La entendía, pero no compartía su forma de pensar, no totalmente. A veces sí, muchas más no.

Siempre era reconfortante sacar a flote los valores en los que no reparaba que tenía, al contrastarlos con los de otra persona.

Y más que eso... Posiblemente era la persona con la que más se reía, y una de las que más sabía de él. Estaba seguro que de hacer un combate a muerte por parejas la elegiría a ella como compañera.

"A tu sombra, hasta que no pueda seguirte más"

domingo, 22 de noviembre de 2009

Sueños.

Sopla el viento en esta mañana de otoño. Lo veo, porque mi ventana se quedó abierta ayer por la noche, un error, un descuido, o que quería levantarme con la luz del sol para despedir a mi madre.
Sigo tirado en la cama... acabo de soñar con ella... otra vez.

No sé por qué, mira que trato de quitarme cosas de encima...

¿Será que mi subconsiciente aún tiene fe, o que mi consciente incita a mi subconsciente a soñar con ella al pensarla justo antes de dormir?

En cualquier caso, parece que hace frío.

Debería ponerme la parte de arriba del pijama... son las 9:30 de la mañana, y quizá mi madre ya haya salido.

Miro por la ventana antes de salir de la habitación. Hay gotitas de condensación, esas que quedan tan cristalinas por la mañana, que parecen perlitas dispersas por todo el cristal de la ventana. Y sopla el viento. Un viento fuerte, dispuesto a llevarse las hojas de los árboles caducifolios, cuya hora ya ha llegado.

Ojalá fuera un viento de tormenta, un viento de cambio... y sin embargo dentro de mí, todo sigue igual.

jueves, 19 de noviembre de 2009

Qué tiempos... y ya va a hacer un año de todo esto.

The one who hooked me, with just a simple sight.

sábado, 14 de noviembre de 2009

Espacio.

Creo que aunque no me guste reconocerlo, el que nos hayamos separado un tiempo me ha venido bien a mí mismo para reencontrarme.

He podido volver con la música, recuperar mi locura, mis ganas de vacilar, y las ganas de conquistarte.

He podido recomponerme, y ser algo más fuerte.

Poco a poco mejorando.

Esto no quiere decir que haya perdido mi interés por estar algo atado =P Ya sabes que me gusta tener una cuerda de la que tirar =)

Y aunque al fin he entendido lo del espacio, sigo queriendo esto.

Así que si realmente quieres esto, cuando aprendas lo que creas que tienes que aprender, vuelve.

Quizá siga vacante tu puesto, quizá no... pero si está vacante, sigues siendo la mejor candidata a él.

=P

Fuck!

jueves, 12 de noviembre de 2009

Musician.

Hoy es un día importante.

Es como el primer beso, o la primera vez. Hoy es cuando vamos a empezar a crear arte, un arte de 3, algo que nos guste.

Sé que no va a ser ni de lejos fácil... si ya es difícil poner sonido a las emociones de una persona, más aún lo es ponerselo a los sentimientos aunados de 3...

Pero aun así lo quiero intentar...

El arte es mi vida... es mi forma de expresarme.

Quiero conseguir llegar a la gente.

domingo, 8 de noviembre de 2009

Vientos de cambio.

Ahora otro elemento importante.

En el reproductor no puedo seguir dejando que suene primero "Maybe tomorrow is a better day".

No me ayuda a lo que es "estar animado".

Espero que salga bien lo de la música...

Tratando de crear "So what".

A ver que sale, de momento, tiene pinta de baladita triste =)

Ojalá quede bien!

Juguete.

"Soy la orquídea que quedaba tan bien en otras manos, y que al tener decidiste considerar vulgar."

La cena fue genial.

Casi ni recordaba que me sintiera tan bien con ella, tan fuera de los problemas que me rodean.

Tan alegre, tan desconectado...

Demasiado tiempo había pasado sin ella, sabiendo que no la había dejado de querer.

Y la echaba de menos. Mucho.

miércoles, 4 de noviembre de 2009

Tú no me quieres.

Y ellas sin embargo, sí.

No, es broma =)

Pero como no pasas por aquí, por darte un susto cuando pasaras.

Aunque si lo pienso bien, no es mentira que ellas me lo demuestren más que tú.

Una sacrifica sus sábados con sus amigas por verme, la otra me echa la bronca si no paso a verla cuando viene =)

Realmente son adorables...

El otro día leía sms tuyos de antes. Cargados de afecto, de amor. De ganas de tener lo que no se puede tener, de ganas de romper una distancia "especial".

Sin embargo, ahora todo se reduce a "tengo que estudiar", "hoy no"... y ni hablemos de recibir un sms... que ya ni siquiera espero.

Recuerdo cómo era antes... no estabas pendiente de mí, pero siempre estabas ahí.

Y realmente pienso que me quieres lo mismo que ellas... solo que no sabes/quieres demostrarlo.

Ahora...

pues ahora estás al msn a las 16 y a las 22 horas.

Y sin vistas a saber de tí fuera de ese horario, ni de otra forma.

Ni biblioteca, ni sms. Ni quedar.

Bueno, que puedo esperar... de lo que tiene que acabar siendo, una amiga más... que tiene su vida... que tiene que estudiar.

Suerte con el curso.

martes, 3 de noviembre de 2009

Aquél.

Aquél que quiere ver lo que nunca nadie le mostró,
aquél que se conforma con volar en su habitación.
Aquél que vuela libre, dentro de su oscura prisión,
aquél que por pensarlo todo, su felicidad perdió.

Señores, ese soy yo.

lunes, 2 de noviembre de 2009

Aprendiendo.

Como el perro apaleado que no vuelve donde su señor,
que queda durmiendo en la calle, que queda privado de calor;
que si el calor es lo mismo que el dolor,
esperaré en la calle a alguien que me salve
y me quiera dar calor y amor.

Que soy fiel compañero,
que siempre entrego lo mejor;
que cuido, respeto y acompaño
a quién me sonría sin temor.

Que si el dolor se hace patente,
espero siempre con tesón;
la paciencia nunca fue problema.
Estar solo: mi temor.

Y tú cuando me sonríes, ya no me regalas tu sonrisa;
y tú cuando me miras, ya no buscas mis caricias;
¿qué ha pasado, que al final así ha acabado?
¿qué pieza ha caído, de la maquinaria que construimos?

Al final lo que siempre tuve, y tiré por tí;
al final, un deseo roto, a una estrella infeliz;
al final, corazones rotos sin permiso pa' vivir;
al final, un destino forzado, que no acababa así.

Una historia interminable a la que el miedo puso fin,
un rayo de Sol que iluminaba mis estancias;
extinto por las cortinas que teñiste color gris;
un punto final el cual a nadie le hace gracia;
un recadero que se llevó las ganas de reír.

¡NO! No pienso decaerme.
¡NO! No me arrastro más por tí.
¡NO! Se acabó el ser un imberbe.
¡NO! Ahora exijo yo este fin.