domingo, 29 de abril de 2012

Intento de captura

Belinda.

Es una mujer atractiva. Tienes los ojos ligeramente rasgados, y los labios carnosos. sus pómulos, altos, reflejan a la maravilla su orgullo, siempre presente. Sí, es muy orgullosa. Socialmente es extrovertida, no tanto como para hacer tonterías extremadamente vergonzosas en público, pero sí lo suficiente como para hacer amigos con facilidad. En lo más cercano, puede que con ciertas cosas la cueste abrirse, aunque no tiene problema en contar sus cosas, salvo casi siempre, lo que de verdad la duela.
Quizá lo que la defina mayormente sea la curiosidad. No el tipo de curiosidad que te hace querer aprender más, sino el de investigar las cosas a fondo. A veces puede no resultar sano ni para ella, investigando y hurgando a veces, en terrenos que no la conciernen o la pueden hacer daño, pero en las ocasiones menos farragosas, puede resultar tan encantadora esta cualidad como la de un niño preguntando "porqués"; así de contradictorio a veces.
Es una gran cinéfila, y disfruta de su pecado capital favorito (la pereza) cada vez que puede, aunque no me cuesta nada decir que su segundo pecado favorito sería la lujuria, y eso es algo de lo que disfrutamos los dos, como se puede imaginar.
No es excesivamente ordenada, pero sí sabe siempre dónde tiene las cosas, y puede sacarla de quicio no encontrar algo que debería estar en su sitio; es un talento en la cocina, y una amante de los bebés y niños de corta edad, con genio suficiente para educar si es capaz de canalizarlo adecuadamente.

Respecto a este genio, es frecuente que sea utilizado para malinterpretar cosas y cogerse berrinches hacia mi persona: en muchísimas veces justificado, y en muchas otras, no (estimad una proporción de 3:1 para ella, aprox.) y también para perseverar en las cosas que la cuestan y superarlas, aunque una y mil veces piense en tirar la toalla (y nunca lo haga).

Esta pasión con la que se enfada es exactamente la misma con la que ama, intensa y ardientemente: regala su tiempo, lo llena con cariño y con frases llenas de romanticismo, ya que es una romántica empedernida.

Esta fogosidad es lo que más se puede amar y odiar de Belinda, ya que es como el fuego, calienta con su amor, y quema con su ira; ¿pero acaso el hielo no enfría y quema también? Es este fuego lo que te hace seguir enganchado a ella, y querer alejarla al mismo tiempo.

Considero que en Beli hay una asignatura pendiente que tiene consigo misma por resolver: su autoestima. La cuesta ver sus virtudes, y los éxitos que ha tenido a lo largo de su vida, y eso es algo que en ocasiones no sólo la hunde a ella, sino a los que estamos a su alrededor.

Es curioso, este texto como intento de ver dentro de la persona, de entender su alma. De amarla con los ojos abiertos, tal como es, bueno y malo.


Me pregunto qué ve la gente dentro de mí.

1 comentario:

  1. Sé que no debería irrumpir en esta entrada pero...
    Qué maravilla de descripción, y qué maravilla de persona...
    La verdad es que no la conozco apenas de un par de veces, pero como sigas describiéndola así, no te van a faltar moscones que espantar
    :)
    Un saludo, romanticón!

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