viernes, 21 de agosto de 2009

Te marchas.

De nuevo quedo, solo, roto,
esperando la estela de una estrella fugaz,
esperando un tiempo que no quiere parar,
esperando una vuelta con principio, sin final.
Aquí espero, sin sueño, sin velo,
miro al cielo, y con rabia lo condeno:
condeno tu pueblo, y no hay consuelo;
larga caida con mi muerte en este duelo.

Vuelve, lo necesito.
Tres dias nunca fueron lo pactado en el escrito.
Vuelve, te siento lejana.
No me dejes deshidratarme solo en esta cama.

Volverás, seré fuerte y aguantaré,
soy aquel que por peso nunca vence;
Volverás, daré gracias y te amaré,
manaran mis besos de tu fuente.





¿Dónde estáis cascabeles, que os oigo y os escondéis de mí?
¿Dónde estás estrella fugaz? Tan sólo un deseo te quiero pedir.
No la dejes marchar más, mantenla cerca de aquí.
Único deseo de cumpleaños, el que no puedes cumplir.

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