domingo, 22 de noviembre de 2009

Sueños.

Sopla el viento en esta mañana de otoño. Lo veo, porque mi ventana se quedó abierta ayer por la noche, un error, un descuido, o que quería levantarme con la luz del sol para despedir a mi madre.
Sigo tirado en la cama... acabo de soñar con ella... otra vez.

No sé por qué, mira que trato de quitarme cosas de encima...

¿Será que mi subconsiciente aún tiene fe, o que mi consciente incita a mi subconsciente a soñar con ella al pensarla justo antes de dormir?

En cualquier caso, parece que hace frío.

Debería ponerme la parte de arriba del pijama... son las 9:30 de la mañana, y quizá mi madre ya haya salido.

Miro por la ventana antes de salir de la habitación. Hay gotitas de condensación, esas que quedan tan cristalinas por la mañana, que parecen perlitas dispersas por todo el cristal de la ventana. Y sopla el viento. Un viento fuerte, dispuesto a llevarse las hojas de los árboles caducifolios, cuya hora ya ha llegado.

Ojalá fuera un viento de tormenta, un viento de cambio... y sin embargo dentro de mí, todo sigue igual.

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